Sunday, August 03, 2008

Prisoners of Love

Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.

Estos versos del poeta cubano José Martí forman parte de la letra popular de Guantanamera, esa tonadilla que tocan desde la tuna a Die Toten Hosen, pasando por Joan Baez y Los Lobos. Son unos versos preciosos que hablan del amor. Pero no de un amor enamorado, sino de amor como una actitud hacia los que te rodean.

La rosa blanca es símbolo de ese amor, que puede presentarse como respeto, como esfuerzo, como ayuda, como apoyo, como un deseo de ser mejor persona porque los que te rodean se lo merecen. Yo prefiero cultivar la rosa blanca para la guajira de la bahía y el resto de mis amigos sinceros, pero también tengo jardines para quien no sabe disfrutalos, con la esperanza de que incuso ellos acaben teniendo un rosal que quieran acabar compartiendo.

Esto es lo que nos cuenta la canción de la guajira de Guantánamo. ¿Quién quiere hacer la analogía entre el amor bienintencionado de la Guantanamera y la guantanamera prisión de... eso, Guantánamo, donde el que cae se sabe que lo va a pasar bastante mal? Porque la experiencia nos dice que al que abre su corazón, se lo arrancan.

Pero bueno, aun así, yo escojo cultivar la rosa blanca.


Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.

Alas nacer vi en los hombros
De las mujeres hermosas:
Y salir de los escombros
Volando las mariposas.

Todo es hermoso y constante,
Todo es música y razón,
Y todo, como el diamante,
Antes que luz es carbón.