En nuestro rincón del mundo, si pensás en música Argentina, os vendrá a la cabeza o bien Charly García, Calamaro y familiares, o uno de sus símbolos nacionales, el pasional baile del tango. Dicho baile y género musical tiene sus orígenes a principios de siglo XX, cuando el Río de la Plata se vio inundado de inmigrantes europeos, muchos de ellos alemanes, que introdujeron instrumentos como el bandoneón, que en ciertos círculos se considera sinónimo de tango.
El baile, tremendamente sensual, construído alrededor del contacto físico con la pareja, tiene en parte su origen en los prostíbulos y burdeles de la zona, visitados por los inmigrantes europeos, quienes se mezclaban con los inmigrantes africanos donde se oían nostalgias y lamentos, se juntaban con pasiones... y de ahí nacía el tango y su jerga, el lunfardo... todo a partir del mestizaje y la fusión, hasta el punto de que no se le reconoce como derivado musical de ningún estilo en particular, teniendo como asociación más directa el erotismo de la pareja. Dicho origen prostibulario lleva a que algunos títulos de tangos conocidos sean: Dos sin sacarla, El 69, Empujá que se va a abrir, ¡Qué polvo con tanto viento!, Siete pulgadas, Tocámelo que me gusta, Tócalo más fuerte, Va Celina en la punta, Concha sucia o Bartolo (milonga que inmortalizó al famoso personaje que tenía la flauta de un agujero solo).
Y cuando por aquí pensamos en este baile, lo más habitual es tener en la cabeza La cumparsita, el más difundido entre los tangos. Es por ello que Argentina lo haya utilizado en sus presentaciones y exhibiciones internacionales cuando han querido mostrar al mundo la belleza de su baile. Así lo hicieron en la Expo de Sevilla, como también ocurrió en las olimpiadas de Sydney... El único problema es que dicho tango, que todos asociamos con Buenos Aires y dicho país, fue en realidad compuesto en 1917 por Gerardo Matos Rodriguez en un café conocido como La Giralda, en pleno Montevideo, y es considerado un himno cultural de Uruguay, lo que ha provocado en varias ocasiones airadas protestas en contra de la aparente apropiación por parte de Argentina de su pieza musical más querida. Y qué mejor momento para honrar la herencia musical de la tierra de Benedetti que estos días, en el 90 aniversario de su estreno (que tuvo lugar el 19 de abril de 1917). Aunque sea con esta extraña interpretación a cargo de NUSHO (Orquesta de Armónicas de la Universidad Nacional de Singapur).
Al cotorro abandonado
ya ni el sol de la mañana
asoma por la ventana
como cuando estabas vos,
y aquel perrito compañero
que por tu ausencia no comia,
al verme solo el otro dia
tambien me dejo.
ya ni el sol de la mañana
asoma por la ventana
como cuando estabas vos,
y aquel perrito compañero
que por tu ausencia no comia,
al verme solo el otro dia
tambien me dejo.